lunes, 22 de marzo de 2010

Todo por amor

Hay cosas increíbles que los padres hacemos por nuestros hijos, casi sin darnos cuenta. Podemos acostarnos a la noche diciendo: “¡Oh, no! ¿Mañana hay que hacerlo todo otra vez ?” ( Léase cambiar pañales, guardar juguetes, hacer las comidas). Pero la abnegación hacia los críos es característica intrínseca del amor filial. Las aves y los caninos, por ejemplo, regurgitan su comida para dársela a los chicos, sabiendo que una padre puede pasar hambre, pero los chicos no. Vos no tenés que hacer algo tan asqueroso, pero también estás haciendo cosas increíbles: ¿Te diste cuenta de que si tenés tres hijos debés cortar ochenta uñas por semana, incluyendo las tuyas?

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