martes, 3 de marzo de 2009

Lo que todas deberíamos saber antes de ser mamás


Lo que toda mujer debería saber antes de ser madre

Nadie nos advierte sobre los mayores temas de la vida. En realidad, nadie te cuenta nunca nada importante, como por ejemplo, cómo puede ser que tu cuñado haya dejado a la hermana de tu marido por un travesti. Vos ya sabías que cualquier travesti es mejor pareja que tu cuñada, pero no te entersate antes porque los hombres no cuentan esas cosas. Y menos, si pasan en su propia familia.
Asimismo, nadie te prepara para las tres cosas más importantes de la vida: el sexo, el parto y la maternidad. Con esto nos largan duras, sin consejos ni recomendaciones…¡ y a improvisar, hermana!
Para empezar, llegamos al sexo sin tener idea de qué se trata, imitando malamente a las actrices de las películas prohibidas, y rogando al cielo que nos toque un compañero sensible.
Nadie te cuenta que “la primera vez” suele ser desagradable, que el parto duele como todos los dolores menstruales de tu vida concentrados en uno, ni que luego del parto no se puede hacer el amor durante meses porque la vagina se cierra como una ostra. Una se siente un bicho rarísimo, y sólo años después descubre que lo que le pasó a una, le pasa a todas las mujeres.
Pero el pacto de silencio sigue aún más allá. Con lo difícil que es intentar trabajar siendo madre, nadie te aconseja al respecto. Supongo que es porque nadie tiene la menor idea de cómo hacerlo. Tal vez nadie te dice nada por temor a que te asustes, no quieras tener hijos y se extinga la especie humana. Pero hay algunas cosas que yo hubiera querido que alguien me avisara antes de sentirme una inepta al borde del soponcio, a saber:

- Conviene empezar primero la carrera y luego tener hijos, cuando la carrera ya está iniciada y tiene su propio envión. Si querés iniciar una carrera paralela con la maternidad, te vas a tentar a dejar una cosa u otra. Mejor dicho, dejás la carrera, porque estás mal visto dejar a los hijos.

- Anotá a tus hijos en un jardín maternal, escuela y universidad de doble escolaridad. Estarán más tiempo contenidos… ¡y se supone que por lo menos volverán con la tarea hecha!

- No quieras probarle a nadie que sos el ama de casa perfecta, que además trae un sueldo a casa. Planchá mal, cociná horrible… ¡ y vas a ver cómo de golpe tu marido empieza a hacerse cargo de que haya una cena decente cada noche!

- No llames a casa todo el tiempo desde el trabajo. Deciles que si pasa algo, ellos te llamen a vos. Al rato te vas a dar cuenta de que, por suerte, en casa nunca pasa nada. Razón por la cual te hará más feliz estar fuera de ella, trabajando.

- Está bien que los chicos lloren. Les enseña a lidiar con su propia frustración y ayuda a que los pasajeros del tren le den golosinas con tal de que se callen.

- Delegá : Aunque nadie hará las cosas mejor que vos, dejá que cada tanto salgan espantosas… ¡ pero hechas por otro!

-Hacé una cosa por vez. Si estás llevando al nene a Tae Kwon Do, no lo inscribas en un taller de cocina para niños. Cuando las cosas se mezclan, comienza el surmenage.

- No llegues a agotar tus fuerzas. Tomate un descanso o dormí una siesta. Mantenete en forma. Aunque sea en forma de pera, que es mejor que en forma de puré.

No dejes de indagar pidiendo consejos a las madres que ya han pasado por las experiencias que en breve pasarás. Yo a todas les digo “ te juro que ya tuve hijos y lo que me cuentes no va a provocar la extinción de la especie …Ahora decime : ¿Qué pasa cuando estás trabajando afuera y tu hijo de quince años se pone de novio?” .
Y ahí ellas empiezan contarte cosas que te hacen evaluar si no sería mejor que se extinga, nomás, la especie humana. Pero por lo menos rompiste el pacto de silencio y no vas a llegar tan inadvertida a la nueva situación, si no que llegarás embargada por una nueva obsesión: “ ¿Para qué le habré preguntado?”

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