por Ana von Rebeur
La psicóloga Silvia Reisfeld lo explica en su interesante obra “ Tatuajes: Una mirada psicoanalítica” ( Paidós,2005) , en la que entrevista a jóvenes tatuados y analiza los motivos de fondo que los puede llevar a marcar su cuerpo de manera definitiva . Se trata de un recorrido exhaustivo con lenguaje accesible, que explica por qué se impuso una moda más adecuada a los presos, marineros y veteranos de guerra que a nuestros chicos. Pero justamente, este es el efecto que ellos buscan. A faltas de “ritos de pasaje” a la adolescencia ( costumbre ancestral que perdimos en las urbes) los jóvenes han ideado esta manera de mostrar que “ soy macho y me la banco” , o “ sé soportar el dolor”, probándonos que han dejado atrás la infancia . La autora también lo explica como “la necesidad de procesar y significar sus vivencias y experiencias, y de darles alguna forma de expresión”, una manera de “fijar” el dolor del alma en un sitio concreto, para que no siga flotando por ahí. Pero también el tatuado puede querer mostrar su pertenencia a un grupo. O hacerse una marca que lo muestre como ser misterioso, o sexualmente accesible. O puede obedecer al impulso de experimentar el dolor como un regulador de la angustia. El libro nos permite bucear en todos los posibles motivos, para no quedarnos sólo en el distante espanto de “Qué te hiciste, nena”, que seguramente ni ella sabrá explicar.
e-mail de Silvia Reisfeld: sreisfeld@fibertel.com
... ¿Y tatuarte porque te gusta no lo barajamos, verdad?...
ResponderEliminarQué obsesión por buscarle respuesta a todo...
A nadie le gusta el dolor físico. Sé honesta : lo haces porque quieres trasmitirle algo a otros o probarte algo a ti misma, del mismo modo que nos sometemos al dolor y al sufrimiento al hacer cosas con las que queremos impactar a los demás o a nuestro ego PORQUE ESTAN DE MODA : peluquería, gimnasio, depilación ( no lo harias jamas si vivieran sola en la Antartida!) , o cirujía y dentista, cuando de eso depende que se detenga el dolor o la muerte.
ResponderEliminarDel año 69 al 2000, los tatuajes no estaban de moda : nadie se tatauaba porque era cosas de nacianos veternaos de guerra, viuejos marinos o presidiarios sin dientes. A ninguna chica de los 70 u 80 le hubiera " gustado" lucir un tatuaje : hubiera sido lo mismos que arrancarse tres dinetes para lucir marginal. Las modas siempre quieren demostrarle algo a los demás.