Ser amigo de un hijo adolescente es difícil pero no imposible, ya que los adultos y los adolescentes tienen distintos intereses y motivaciones, distinta mentalidad. Lo que sí parece factible es tener una comunicación fluída en ambas direcciones basada en la confianza mutua.
Por tanto los padres no debéis empeñaros en mantener con los hijos una relación de amistad similar a la que tiene con sus iguales: lo que tu hijo quiere y te pide es que actúes como padre.
Para que exista un clima de amistad entre padres e hijos deben darse en el adulto una serie de condiciones:
-El padre debe tener prestigio ante el adolescente: que ve que es coherente en su comportamiento, fiel a sus principios...
-El padre debe saber adaptarse al mundo de los adolescentes: saber abrirse a un tiempo y edad que ya no es el suyo.
-El padre o la madre debe evitar ser únicamente útil al adolescente: no basta darles solo cosas, sino que hay que darles algo de sí mismos: transmitir experiencias, hacerles confidencias, pedir su opinión y ayuda, reconocer sus errores...
Asimismo es necesario seguir una sede de reglas de juego:
En primer lugar la clave para conseguir la amistad entre padres e hijos está en la confianza: fiarte de tu hijo para que a su vez él se fíe de ti y te hable de sus temas personales. Sin confianza no hay amistad.
Igualmente es necesario para que haya amistad que las personas se conozcan entre sí como personas. Ello implica dedicar tiempo a tu hijo: sin prisas. Tiempo para hacer algo juntos como practicar un deporte o aprender juntos un idioma o salir a comprar algo.
Finalmente, debes estar dispuesto a respetar su intimidad y sus silencios, sin pretender entrar en temas que tu hijo no desee, sin presionar, dejando tiempo al tiempo y estando siempre disponible para cuando tu hijo quiera dialogar.
Tres factores claves para la amistad: confianza, tiempo, respeto
¿Qué actitudes de los padres favorecen la comunicación con sus hijos adolescentes?
He aquí algunas actitudes que pueden favorecer el desarrollo de un buen clima de comunicación entre padres e hijos adolescentes:
-Confiar en el hijo: fiarse de él.
-Explicarle por qué se le exigen o prohíben ciertas cosas.
-Escuchar atenta y pacientemente sus puntos de vista.
-Permitirle que adopte decisiones personales y haga cosas por sí mismo.
-Respetar su intimidad evitando intromisiones en su vida íntima.
-Estar dispuesto a aprender de los hijos: pedirles su opinión, su consejo.
-Tratarlos como personas mayores, no como a niños. Tomarles en serio.
-Comprenderles: Ver las cosas desde su punto de vista, desde su edad y su situación.
-Ser pacientes: No esperar demasiados resultados a corto plazo.
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